El propietario de las vacas es Damián Orlando Lugones, de 67 años, quien reveló a la Policía que seis años atrás vivió “exactamente el mismo caso”. “Aquella vez perdí seis vacas. Todas las encontré muertas en la misma posición. Sin lengua, ojos y ubre. Secas. Sin una gota de sangre”, denunció el damnificado.
En este lado del mapa el “Chupacabras” potenció el miedo ya existente, causado por una supuesta luz de varios colores que aparecería todas las noches en espacios reducidos, según confió un lugareño a la comisión policial.
El término “Chupacabras” corresponde a un críptido contemporáneo, que se describe como un ser que atacaría a animales de diferentes especies en zonas ganaderas o rurales. El mito tuvo origen en la isla de Puerto Rico y se extendió a algunos países de Centro América.
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